Descripción y objetivo general.
El Taller Azul – Espacio Creativo (TAEC) propone ser un espacio de crecimiento integral donde cada persona y cada grupo de personas descubra sus capacidades creativas interiores para relacionarse de manera favorable y consciente con la vida a través de actividades diversas y vinculadas principalmente al mundo del arte.
Fundamentos y fines.
La vida normal de nuestras sociedades actuales incluye una serie de modelos de vida y estructuras que presentan una constante violencia, tanto explícita como sutil, contra los valores que hacen a la integridad de quienes la componen. Egoísmo, materialismo, utilitarismo, consumismo, conviven con nosotros de manera casi normal incluso en niveles que inevitablemente llevan a enfermar gravemente las relaciones humanas y los individuos.
Si entendemos por vida interior todo
aquello que corresponde a los ideales más profundos, los
sentimientos más profundos, la espiritualidad, los motivos
esenciales que llevan al ser humano a ser quien es, podemos decir que
esta vida interior ha sido agredida y relegada a segundo plano cuando
debería ser honrosamente protegida, respetada y cultivada. Olvidando
o relegando su propio ser, los individuos y las sociedades han
devenido entonces en modelos de vida cada vez más superficiales,
atravesando crisis de todo tipo que podríamos sintetizar en una
crisis de identidad; donde el polo de identificación es
exageradamente puesto en la vida exterior o superficial y no en la
vida interior y esencial.
Pero al mismo tiempo es visible una
recapacitación por parte de individuos y grupos que mediante un
progresivo cambio o ampliación de conciencia buscan recomponer esta
situación crítica en sí mismos y en los demás.
Una necesidad evidente en esta
situación es dejar de repetir los modelos que perpetúan la vida
superficial y egoísta para hacer resurgir cada vez más modelos que
le permitan al ser humano ser quien es integralmente. Para lo cual
necesitamos ser creativos; entendiendo por creatividad esa capacidad
innata que todos tenemos de llevar a cabo obras y acciones realmente
necesarias.
La capacidad creativa ha caído en
una interpretación errónea donde se confunde con la capacidad de
hacer o producir cosas diferentes a las que ya existían. No
necesariamente un acto creativo produce u ocasiona algo diferente.
Todo acto creativo produce, sí, u ocasiona algo necesario, realmente
necesario. Pero cuando el ser humano no tiene cierta lucidez acerca
de sí mismo, cuando no es suficientemente conciente de su vida
interior no puede comprender con amplitud cuáles son sus necesidades
reales y las de los demás.
Una de las necesidades de nuestro
tiempo, entonces, es generar espacios que faciliten la comprensión,
el desarrollo y la expresión de nuestro mundo interior. La
creatividad, como cualidad innata de ese mundo interior puede ser y
debería ser practicada en toda actividad. El ser humano, creativo
por naturaleza, necesita devolverse esa cualidad adormecida. Lo mismo
que necesita devolverse su vocación natural por la belleza y la
armonía.
El arte propone un ámbito de
investigación y de actividad donde para muchas personas se facilita
la posibilidad de relacionarse de una manera sintética tanto con el
mundo exterior como con el mundo interior.
Al relacionarse con los elementos
expresivos que son base de todo lenguaje artístico (dibujo, color,
materia, volumen, movimiento, etc. ) e investigando en los distintos
lenguajes o técnicas es posible abordar la realidad no sólo de una
manera sensible sino también intelectual y en el mejor de los casos
intuitiva. Es posible interactuar con esa realidad dialogando con
ella, contemplándola, descubriéndola, reorganizándola y
recreándola. La investigación artística facilita el desarrollo de
una mirada estética del mundo y brinda la posibilidad de reconocerse
como un ser creativo, capaz de conectar la más profunda esencia
interior con la materia concreta de una obra o acción.